sábado, 2 de abril de 2016

SOBRE D'ARTAGNAN, LOS JACOBINOS Y LOS PARTISANOS (Un paseo por Auch)

De entre las muchas cosas buenas que pueden tener los viajes una de las que más me agradan es las sorpresas que nos pueden aportar. 

Mi paso por Auch, además de otros recuerdos, me ha dejado estas tres que podéis ver aquí: un recuerdo de D'Artagnan, otro de la revolución francesa y uno más de la resistencia a la ocupación nazi.

Al "cuarto" mosquetero todo el mundo lo conoce porque se han hecho infinidad de adaptaciones cinematográficas y hasta dibujos animados. Dumas, en el tercer párrafo de su famosa novela, lo describe así: 


Un joven..., pero hagamos su retrato de un solo trazo: figuraos a don Quijote a los dieciocho años, un don Quijote descortezado, sin cota ni quijotes, un don Quijote revestido de un jubón de lana cuyo color azul se había transformado en un matiz impreciso de heces y de azul celeste. Cara larga y atezada; el pómulo de las mejillas saliente, signo de astucia; los músculos maxilares enormemente desarrollados, índice infalible por el que se reconocía al gascón, incluso sin boina, y nuestro joven llevaba una boina adornada con una especie de pluma; los ojos abiertos a inteligentes; la nariz ganchuda, pero finamente diseñada; demasiado grande para ser un adolescente, demasiado pequeña para ser un hombre hecho, un ojo poco acostumbrado le habría tomado por un hijo de aparcero de viaje, de no ser por su larga espada que, prendida de un tahalí de piel, golpeaba las pantorrillas de su propietario cuando estaba de pie, y el pelo erizado de su montura cuando estaba a caballo.

La ciudad de Auch conserva también una fuerte presencia jacobina. Allí se encuentra uno de los más antiguos de Francia, el Museo de los Jacobinos, instalado en un convento de los dominicos desde el 16 de diciembre de 1793. Además de contener en la actualidad una estupenda colección de cerámica precolombina, conserva esa deliciosa incripción sobre el dintel de lo que era la puerta de acceso al antiguo convento: Iglesia de los Jacobinos. Ahí es nada.

(Si desconocéis el origen del término jacobino, el enace con Wikipedia os aclarará el porqué del mismo).

Y la tercera de las sorpresas es la que se refiere a la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Halla su lugar en el edificio que aparece en la imagen de la derecha, pues fue ahí donde se imprimió por primera vez el Canto de los partisanos, concretamente el 25 de septiembre de 1943, según se indica en la placa que hay en la entrada.

Y aquí lo tenéis en la voz de Ives Montand —la historia del mismo, la letra y la traducción al castellano, como casi siempre, en Wikipedia—:

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