martes, 2 de septiembre de 2014

PERFECCIÓN, de Jorge Guillén

Hoy ha salido un día de esos que a mí me gustan mucho: limpio, de atmósfera transparente, claro y luminoso, soleado pero fresco, redondo, perfecto. Un día de esos que se merecen por méritos propios el poema de Jorge Guillén, de quien creo que nunca he citado nada en este blog y ya va siendo hora de que lo haga.

Guillén, para ofrecernos la idea de la perfección, recurre a elementos muy simples: la hora central del día, la redondez del cielo, la belleza sencilla y efímera de una rosa, y  la concreción del presente a través de una pisada que se siente perfectamente afianzada sobre la tierra. 

Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
del esplendor; mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
central sin querer, la rosa,
a un sol en cenit sujeta.
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.

Todo me gusta en este poema, en cuyo centro se produce una de las imágenes más contundentes y eficaces: todo es cúpula. Y parece que el mundo se para —reposa— y ya no puede ser nada más que perfecto. Materia sin fisuras. Belleza perfecta. Presente eterno y redondo.

3 comentarios:

  1. Verdaderamente hermoso, no conozco a Jorge Guillén, lo buscaré.

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Hola, Sergio.

      Guillén forma parte de la famosa generación del 27 española, esa que formaron Lorca, Cernuda, Diego, Salinas, Alberti, Alonso, Aleixandre...

      Ha sido la generación de poetas más formidable que ha dado la literatura española, hasta el punto de que en una antología comentada de los mejores poemas del siglo XX, que se hizo mediante encuesta a críticos y especialistas de la literatura, se les pidió que eligieran el que en su opinión creían que era el mejor poema del siglo XX en España, dejando aparte los autores de dicha generación, para evitar que salieran poemas escritos por ellos.

      Otro abrazo para ti.

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