viernes, 5 de septiembre de 2014

LA NATURALEZA Y LOS GRIEGOS, de Schrödinger

Pocos son los grandes científicos que se atreven a divulgar sus propias investigaciones y menos aún los que se manejan bien en el campo del debate de las ideas o el de las implicaciones filosóficas que sus nuevos hallazgos acarrean. No es el caso del gran Schrödinger que, además de ser uno de los físicos fundamentales del siglo XX, demuestra tener unos conocimientos sobre la filosofía presocrática más que notables y una capacidad expositiva singular.

Schrödinger plantea en estas conferencias de 1948 algunas líneas de pensamiento que aún no están cerradas, ni mucho menos. La primera de ellas es la cuestión en la que nos encontramos enfangados desde hace mucho tiempo sobre la separación entre el pensamiento científico y el pensamiento filosófico o, más específicamente, metafísico o religioso. La segunda es la necesidad de explicar cuándo y por qué surge esa fractura y, como consecuencia, poder abordarla con mayores garantías de éxito. La tercera es que partir de nuestros conocimientos con la humildad de quien sabe que no son inamovibles ni definitivos, sino revisables en todo momento, es la mejor manera de comprender lo que somos y la naturaleza en la que vivimos.

En definitiva, un texto básico y necesario que disfruta de las virtudes del relato científico y humanista al mismo tiempo. Un libro que demuestra que el mundo es cognoscible, que no es necesario recurrir al pensamiento mágico para hallar respuestas, aunque la ciencia no tenga —ni mucho menos— todas las respuestas que necesitamos. Un título que se disfruta por su claridad expositiva, la profundidad de su pensamiento y la humildad desde la que ha sido escrito.

***
Tusquets mantiene en su catálogo cuatro títulos más de este genial físico, todos ellos igualmente recomendables y vigentes a pesar de los más de 50 años transcurridos desde que se publicaron por primera vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

NO HAGO PÚBLICOS LOS ANÓNIMOS. ESCRIBE TU NOMBRE DESPUÉS DEL COMENTARIO.